lunes, 30 de enero de 2012

XXIII


Que pronto cae el agua en octubre
un octubre rojizo con el fuego entre sus días


me sonroja


me quema de orgullo exquisito
el sonido del piano evocando la lluvia a través de la ventana
vuelvo a sonrojar


te desligas de mis labios para sellar tus ojos con el sonido de las hojas
que caen de los arboles sin sentido


MUERTAS


y en la burbuja del reloj de arena me atas la lengua con tu mano

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