lunes, 30 de enero de 2012

XXVIII


Solo me basta el recorrido de las cruces
del verde amanecer y de las cortinas levantándose al vuelo


la fragancia de tu recuerdo es
imperceptible


pero se arrastra por los rincones
hablándome desde este silencio enorme que se desborda y atraviesa las
grietas de esta casa vieja


la casa de mi pueblo


en donde los muertos retornan a verme


a decirme 
que los acompañe en el viaje
que no los deje solos


enciendo una vela para alumbrarles el camino de tierra


y entre zaguanes y cipreses los veo alejarse en un
rumor de piedras


hoy


EL AMANECER ES INÚTIL

XXVII


La campana me dijo entre besos y sonidos que tejiera tu mortaja


desapareciste hoy en la noche
y dibujo la forma como se me acercan las aves nocturnas


sonámbulas


pájaros de ensueño y frío
de niebla y muerte
con alas de tela atravesándome


insolentes


alas negras y azules
cayendo a trozos cubriéndome el cuerpo
para hundirme entre la suavidad de las plumas
y la suavidad de no despertarme


Es la puerta y el clamor de tus brazos


Es el umbral de mis sueños

XXVI


Olvide decirte que ayer no estuve en tu abrazo
me sumergí


en otro abrazo cálido


PADRE


no me corrompas el vestido blanco


deja que la caja de música suene siempre


no dejes de buscarme a través del tiempo


CALLA NUEVAMENTE PADRE


nadie sabe que esto no es un invierno transitorio


es solo un minuto suspendido en el cielo

XXV


Este es el nombre que te ha marcado


¿Por que no llegas desde tu tierra volando
como ave migratoria que intuye?


Mis ojos se hunden en tu memoria


Ven aquí a despertarte


Pisa este suelo no tengas miedo de alejarte mas


ADVERTENCIA


no me volverás a ver nunca mas


desde el infierno


NUNCA MAS


XXIV


Un gusano de seda se sube en mis sueños
dejándose caer entre la tela de araña y la madrugada


allí se queda frío e inmóvil
esperando que lo despierte


busco las cerillas y las velas guardadas en el diván


y así
dejo tiempo a que abran los ojos y sienta como el agua llega a su cuerpo
tibia, salada
el aire que entra no me deja encenderlas


el gusano termina retorciéndose en el fuego
para volver de nuevo a despertarme
con el olor de su piel verde


todas las noches un mismo sueño
MADRE


¿Todas las noches el mismo sueño?

XXIII


Que pronto cae el agua en octubre
un octubre rojizo con el fuego entre sus días


me sonroja


me quema de orgullo exquisito
el sonido del piano evocando la lluvia a través de la ventana
vuelvo a sonrojar


te desligas de mis labios para sellar tus ojos con el sonido de las hojas
que caen de los arboles sin sentido


MUERTAS


y en la burbuja del reloj de arena me atas la lengua con tu mano

XXII


RÉQUIEM


es el entierro de la sombra
el que llega antes de que caiga la inminente noche


un cortejo fúnebre de mariposas vestidas de negro se acercan al ataud
entreabres el cofre y sacas de allí el espejo
llevándome al mismo sitio donde solías acariciarme


así rezo:


Réquiem aeternam dona eis, Domine, et lux perpetua luceat eis


y sepulto mi alma